jueves, 10 de noviembre de 2011

Contigo Pan y Cebolla

Una frase con tintes románticos que nos transporta a una de esas etapas idealistas de la relación de pareja. No se trata de lo mucho que tenemos sino de lo poco que necesitamos. Y en esa relación de “pan y cebolla” se tienen en cuenta otro tipo de valores, otras referencias, otras prioridades. Lo que priva es el cariño, el apoyo, la unidad.

Una etapa en la que es más importante el ambiente hogareño que la calefacción central. Un tiempo en el que la conversación desplaza a consolas, Internet, relaciones on-line, etc. No es una crítica a los adelantos tecnológicos, ¡bienvenidos sean, cuando sean bien utilizados! Lo cierto es que todo conlleva una serie de costes sumados a las necesidades primarias. Es posible que la etapa que estamos viviendo sea un semillero de valores.
Re-aprender( permítanme la expresión), que lo sencillo, el “pan y cebolla”, es más importante que los grandes banquetes, la superabundancia, las comodidades y las tecnologías. Todas ellas son buenas utilizadas con inteligencia y al servicio del hombre. Pero no al revés, en las que parecemos nosotros los que tenemos que girar alrededor de lo material, en muchas ocasiones innecesario para la salud física y mental.
Vivimos tiempos en los que la austeridad, sinónimo de moderación, abstinencia, ahorro y estrechez, desplazarán al despilfarro, al descontrol y a los excesos.

Les propongo una reflexión económica-romántica: Hacer una lista de todas aquellas cosas que hemos ido adquiriendo a través de los años de bonanza, examinar nuestras relaciones personales y familiares, hacer un balance. Mirar cuánto hemos ganado o cuánto hemos perdido. Plantearnos si ha valido o no la pena poseer. Si hemos disfrutado y a la vez enriquecido nuestras relacionas o quizás al contrario, puede que hayamos perdido la tranquilidad, el humor, la empatía y el placer de estar con los nuestros.
¡Ojala que el “pan y cebolla” se instaure de nuevo en las familias, en las relaciones, en nuestra sociedad. Puede que al final solo sea eso: una idea romántica.