martes, 20 de diciembre de 2011

Regalos que no se pueden romper

Faltan pocas semanas para que  los sueños  de pequeños y grandes se hagan realidad. Unos están deseosos de abrir los paquetes multicolores; otros, ver cumplidos sus proyectos  anuales; otros, esperan...

Son fechas  conmemorativas, unos de sus creencias, otros de sus recuerdos, otros de sus olvidos. Son  días  de nuevos propósitos,  de reflexión. Pareciera como si un solo segundo, el paso del 2011 al 2012, fuese un acontecimiento mágico.


Los regalos se convierten en la expresión material del cariño, de la amistad.
Muchos de estos objetos, a través del tiempo, se quedarán en el olvido, rotos, embalados…, en algún rincón de un trastero.


Hay “regalos” que no se pueden romper. Aquellos que con el tiempo perduran, aquellos que forjan vidas, aquellos que nos hacen levantar la mirada al cielo en tiempos de dificultad, aquellos que elevan nuestro espíritu, confortan nuestra alma y dan fuerza  a  nuestro cuerpo. “Regalos” que traspasan los tiempos, “regalos” que permanecen   en las diferentes  situaciones que surgen en nuestro caminar diario.

Envolvamos en telas de seda  la fe, la amistad, la bondad, la compasión, el respeto, la compresión, la generosidad, la honradez, la esperanza, el esfuerzo, la gratitud, la ilusión, el tesón y la ternura.

“Regalemos” estos valores  con la total convicción  de su efectividad en las vidas de aquellos  que los practican.  Propongámonos  ser en nuestro caminar diario portadores de estos “regalos”, regalos que no se pueden romper.

Antonio Gutiérrez


“ Una alegría compartida se transforma en doble alegría; una pena compartida es media pena”

Compartamos la Navidad todo el año, multipliquemos las alegrías, aliviemos  las cargas y  contribuiremos en la salud y calidad de vida de nuestra sociedad.

jueves, 8 de diciembre de 2011

A Corazon abierto: desconectados de la red

A corazón abierto

Desconectados de la red

Ninguna de las conexiones de los diferentes aparatos funcionaba. Ni ordenador, ni cargadores de móviles, ni MP3, ni el televisor. Ni siquiera el frigorífico.
¡Qué sensación tan extraña! El silencio se apoderó de nuestro hogar. Todos los miembros de nuestra familia nos mirábamos, como si fuéramos habitantes de una gran ciudad que se cruzan en una gran calle. Desconocidos, ignorantes.
La ausencia de ondas, sonidos e imágenes había cambiado el ambiente. Tomamos consciencia de que en aquella casa vivía  alguien más, además de los equipos desenchufados.
Cuando intentábamos decir palabras solo podíamos emitir: Pin, código,e-mail, icono, links, msn,sms, web, . Palabras  todas ellas de última generación.  Las miradas se cruzaban, frías, distantes. Los ojos  sólo anhelaban  encontrar un enchufe donde conectar, lo que pareciera el motivo de la existencia. Aquellos elementos de nuestra era moderna nos habían atrofiado la capacidad de hablar, de comunicarnos. Los sentidos, hasta el sentido común, habían perdido su función.
El agudo sonido del despertador me hizo volver a la realidad. Eran las seis y tenía que ir a trabajar.
¡ Sólo fue un sueño¡ ¿O no?

NeuroCoaching: Ciencia,arte y salud

La vida es movimiento, y el movimiento es vida. La vida es comunicación y generamos más vida cuando comunicamos. Movimiento y comunicación, dos pilares para vivir de una forma plena y dinámica. Saber gestionarlos nos conducirá sin duda alguna hacia un equilibrio físico, mental y espiritual. Influyendo en todas las áreas de la vida: personal, familiar, laboral y social.
Cuando a la ciencia se le suma el arte, la motivación y la disciplina añadimos a nuestros días, vida y a nuestra vida, días. Ese equilibrio es posible gracias a la práctica del Neurocoaching.  Neurocoaching, una palabra nueva llena de sabiduría y práctica antigua. Nuestros ancestros no la conocían pero la practicaban.
Al escuchar de forma activa, al tener respeto al ser humano, al expresar sus sentimientos, al despertar sus sentidos, al pararse para “darse cuenta”, al observar la increíble escuela de la naturaleza, al ver como los pájaros vuelan en grupos, al prestar atención en sus palabras, al contemplar el cambio de la cara de un niño ante una sonrisa, al sentir como los corazones vibran ante un abrazo, al observar el lenguaje del cuerpo tan estudiado en la época griega, ellos practicaban Coaching.
NeuroCoaching, hoy ciencia, arte y salud nos introduce en un maravilloso mundo capaz de sacar lo mejor del ser humano, guiarle hacia nuevos retos, acompañarle en los procesos de la vida y tomar consciencia del tremendo potencial que todos tenemos en nuestro interior. Al igual que un pequeño grano de mostaza capaz de convertirse en un árbol de doce metros, así el ser humano a través de la práctica del NeuroCoaching puede llegar a desarrollar todo su potencial, convertirle en la mejor versión de sí mismo.
La investigación en los campos de las llamadas Neurociencias ha contribuido de forma notable a entender el funcionamiento del cerebro, de sus conexiones y cómo estas influyen en la conducta y en aprendizaje. El NeuroCoaching íntegra estas ciencias fusionándolas con la Androgogía, el Neurofeedback y la Neurolingüística.
 El arte de la pintura , modelo del arte de vivir. De la misma manera que el pintor aprende a manejar el pincel con destreza, aportando color, sentido, orientación, forma y belleza así el NeuroCoach acompaña al ser humano para que pueda plasmar en el lienzo de su vida todo su potencia y habilidades, usando los colores de su propio arco iris. El NeuroCoaching ayuda a ver las múltiples opciones para que pueda llevar a cabo la obra maestra de cada vida.
El NeuroCoaching, un camino hacia la salud. Citando las palabras de San Pablo “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” observamos la íntima relación de los avances, del desarrollo, del crecimiento con la salud y con el alma. Cuando entre ellos existe coherencia, cuando nuestros pensamientos de bien y las palabras van de acuerdo con nuestras acciones, cuando el alma está en consonancia con los valores, se produce un equilibrio. Un terreno abonado para que las semillas crezcan y se multipliquen. Un ambiente en el que los valores humanos se expanden de una vida a otra, fluyendo desde su interior hacia los que le rodean. La fuerza, resultado de ese equilibrio, unido a la voluntad nos transporta a nuevas formas de vida, de respeto y de cuidados hacia nuestro propio cuerpo. La salud será el resultado de acciones saludables, de hábitos de vida, de la aplicación del NeuroCoaching en las diferentes áreas de nuestra vida
 Movamos pues nuestro interior, salgamos al exterior. Comuniquemos nuestras vivencias. Enlacemos nuestras vidas. Sirvámonos los unos a los otros, acompañémonos. Pongamos los pies en la tierra para caminar, el corazón en nuestras acciones y una mirada hacia el cielo para alcanzar la plenitud. Todo ello es posible cuando el NeuroCoaching pasa de ser una definición, un concepto a una experiencia de vida.
Antonio Gutiérrez Fisioterapeuta – Coach de Salud
9-12-11